El enfoque de capital natural puede ayudar a garantizar la sostenibilidad de una explotación ganadera al considerar y valorar los servicios y beneficios que los ecosistemas naturales proporcionan a la actividad ganadera y al medio ambiente en general.

Con esta acción queremos reconocer y valorar recursos utilizados por la explotación ganadera como la calidad del suelo, el agua o la biodiversidad.

También evaluar impactos ligados a dichas explotaciones, como la emisión de gases de efecto invernadero, la contaminación del agua o la degradación del suelo.

La información recabada servirá para diseñar prácticas ganaderas sostenibles y para establecer incentivos económicos como pagos por servicios ambientales o sistemas de certificación que recompensen a los ganaderos por implementar medidas de conservación y gestión sostenible.